lunes, 26 de octubre de 2009

Dassa Bassa


Este es el restaurante del afamado cocinero Dario Barrio y su mujer Itziar Ortega.
El restaurante se encuentra en el mismo centro de Madrid, cerca de la puerta de Alcalá y la Plaza de Cibeles. Cuando entras, tienes una pequeña recepción donde tomar un aperitivo o esperar tranquilamente si has quedado con alguien. Luego bajas por unas escaleras a la zona de comedor. Está dividido en varias salas diferentes, todas en forma de antigua bodega, con las paredes en ladrillo pintado de blanco.
Dispone de una carta de varios platos, y dos Menús, uno corto Dassa y otro más largo Bassa.
Nosotros probamos el Menú Dassa, con un precio de 65€ más bebida e iva a parte.
Cuando llegas, tienes en la mesa el primero de los aperitivos del menú, que son unos crujientes de batata.
Capuccino de tapioca y chupito de gintonicContinúas con dos aperitivos que te sirven a la vez. Por un lado un capuccino de tapioca con espuma de parmesano y un chupito de tónica con esfera de ginebra.
El chupito se presenta en un baso largo, donde tienes dos dedos de tónica y flotando una esfera grande de ginebra.

Continuamos con una ventresca de atún en escabeche, con unos pimientos asados y sorbete de Mango. Muy buena la combinación del mango con la ventresca.
Merluza en Caldo Dashi
El siguiente fué otro plato de atún, en este caso un tartar. Se presentaba el tartar de atún acompañado de una espuma de soja y un huevo frito de codorniz. La combinación muy buena, y lo más sorprendente del tartar, es que estaba macerado con una salsa, que entre otros ingredientes, llevaba miél, lo que le daba un toque de sabor muy agradable.


Luego continuamos con una merluza a la plancha, acompañada de caldo Dashi (típico caldo japonés). Se presentaba acompañado de unos fideos de pasta china, sobre la base del plato, y encima la merluza, esparragos verdes, ajetes y un poco de ralladura de lima.

Milhojas de cochinillo
Para finalizar los platos principales, tenemos este milhojas de cochinillo a la naranja. En este caso se ha utilizado un tipo de naranjas llamado kumquat para acompañar al cochinillo. Ell plato tiene una pequeña tortita como base al cochinillo y en la parte superior, la piel tostada del cochinillo.



Bizcocho de chocolate Finalizamos con dos postres. Un granizado de lima japonesa acompañado de una espuma caliente de té verde.


Y un bizcocho de chocolate, con melocotón, nata al té verde, y granizado de melocotón, con pequeñas virutas de chocolate.


La comida estuve muy bién y el sitio agradable. Durante toda la cena, Dario estuvo paseando entre las mesas, preguntando a la gente, y en algunos casos sirviendo las mesas.

Lo único reprochable fue que el servicio no estuvo a la altura de un restaurante como este, quizás les pillamos en un mal día. Empezaron soltando los platos sin explicar nada, luego el camarero que nos sirvió se soltó un poco más pero se le notaba poco contento ya que hizo algunos comentarios muy fuera de lugar (por ejemplo: 'sí, a todo el mundo le encanta, hasta que les traigo la cuenta'). En un momento vimos también a Dario justo al lado nuestro riñendo a otro camarero por algo que había hecho. Aunque lo mejor fué que a las doce de la noche, más o menos, los camareros desaparecieron, pedimos la cuenta a tres camareros diferentes, y finalmente en una que pasaba el que "parecía el metre", conseguimos que nos la trajeran, todavía quedaban dos o tres mesas ocupada que vieramos, así que no eramos los últimos.

En cualquier caso, solo por la comida merece la pena ir.


Dassa Bassa
Calle de Villalar 7
28001, Madrid
Tel: 91 576 73 97
http://www.dassabassa.com/

domingo, 18 de octubre de 2009

Diverxo


Esta es nuestra segunda visita a Diverxo, si la primera (recién inaugurado) fue excelente, esta ha sido todavía mejor. Emplazados en su nuevo local en la calle pensamiento 28, este local es mucho más grande y está mejor ubicado que el anterior.

Cuando entras llegas a una recepción enorme, donde lo primero que encuentras es una barra, la bodega con unas enormes cristaleras, a la izquierda la cocina y de frente los baños. En un salón ,a la derecha, está el comedor, donde tienen unas 9-10 mesas de diferentes tamaños, varias de 2 personas y luego mesas más grandes. Actualmente no completan todas las mesas para poder seguir manteniendo un ritmo adecuado al menú que presentan.
La comida, como era de esperar, fue sublime. Actualmente tienen tres menús. Partiendo de una configuración base de 1 aperitivo, 2 primeros, pescado, carne y postre (55 €), suman un entrante más al segundo menu(61€) y al último le añaden dos platos más al entrante (67€).

Nosotros escogimos el del medio, ya que a no ser que vengas con mucha hambre, es dificil completar el más largo, que además son casi 2h 30m de comida.

El trato como siempre fué muy agradable. Primero te preguntan si has estado antes y que platos has probado. Así, basandose en lo que hayas probado, o para evitar aquellas cosas que no te gustan, configuran el menu para cada mesa, no siendo un menu fijo, sino adaptado al cliente.

Nosotros empezamos con un mejillón tigre, hecho a base de unos mejillones de roca, cubiertos de una espuma de besamel, acompañado de huevas de pez volador, cebollino y lima kafir.

Continuamos con un dimsun de calamar con tuetano y unos fideos de pasta seca, el plato venía acompañado de té verde con coco.






Luego una panceta ibérica confitada en su propio jugo durante 72 horas, acompañado de una crema de apio nabo.






Seguimos con changurro, cubierto de un sobrito con pimentón de la vera, un crujiente de arroz con guindilla y un espectacular cangrejo de caparazón blando, en tempura.


Pasamos a un rape cocinado al wok, siguiendo una técnica chifa, acompañado de unos espárragos, polvo de sésamo negro, crujiente de batata y crema de guisantes (para mí, este fué el mejor de todos, por la combinación de sabores, y el punto del pescado).

El plato de carne, vino en dos partes. Primero un pequeño blini con pepino, salsa de ciruela encurtida, cabiar de cipres (tumburi) y cebolla, cubierto de piel de cochinillo crujiente.






Luego continuó con una pequeña hamburguesa de secreto ibérico hecha al vapor, acompañada de nuez de macadamia, hoja de albahaca y menta, sobre una hoja de lechuga.,y servida acompañado con una salsa vietnamita, para que hagas un rollito y mojes en la salsa. Este es parecido a un plato que sirven en asiana next door, pero este está más logrado.

Terminamos con el postre, un toffe de chocolate, acompañado de una gelatina de te verde, flores de mimosa y marquesa de chocolate rallada.

Todo esto acompañado de un Manuel Manzaneque, Chardonnay, y por supuesto de una buena compañía.

Actualmente solo admiten reservas por teléfono y para un plazo máximo de un mes, con lo cual dificulta mucho hacer la reserva, y normalmente siempre está lleno. A partir de las 9:30 de la mañana se puede llamar para reservar, con lo cual si quieres reservar ya puedes madrugar.

Diverxo
Calle Pensamiento 28
28020 Madrid
915700766