Esta vez hemos tenido la suerte de poder visitar este templo de la gastronomía que es Mugaritz, además ha coincidido con el nombramiento de tercer mejor restaurante del mundo por la revista Restaurant. Tener la oportunidad de visitar este restaurante es todo un privilegio, ya que conseguir mesa pueden ser muchos meses de adelanto. No llega el nivel que ha tenido el Bulli, donde directamente es imposible si no conoces a alguien o tienes suerte pero cuando yo hice la reserva no tenía más sábados disponibles en todo el año, lo que dice de la dificultad de reservar. Como es típico en el País Vasco, este restaurante se encuentra enclavado en un caserío en medio de ninguna parte. En este caso además se encuentra enclavado entre dos fronteras de diferentes terminos, de ahí le viene el principio del nombre, Muga, que traducido del euskera significa frontera. El resto del nombre viene por un arbol centenerio que existe dentro del jardín, un roble, que en euskera es haritza, ambas componen el nombre de este afamado restaurante llamado Mugaritz. Disponen de un único menú que va variando en función de las estaciones, de los ingredientes que disponen en ese momento y de la evolución de los propios platos según avanza la temporada. El menú tiene el coste de 140€ bebidas a parte. Como ya hemos comentado el restaurante está enclavado en un caserío que ha sido totalmente reformado, en parte porque desgracídamente sufrieron un incendio en la cocina hace poco más de un año, lo que les obligó a tener que rehabilitar y reconstruir ciertas partes del caserio y reformar el resto. El salón tiene capacidad para unas 140 personas, y se utiliza en ocasiones para la celebración de eventos, como banquetes, reuniones u otros actos. En las comidas normales disponen de unas 10-12 mesas de diferente capacidad, desde 2 hasta 6 personas por mesa. El salón lo van separando con bionbos lo que provoca mucha intimidad durante la comida, aunque hay que decir que la separación entre las mesas ya es bastante amplia. Nada más llegar nos llevaron a conocer la cocina y presentarnos al maestro de ceremonias Andoni Luis Aduriz. Es impresionante la organización que tienen, en la cocina superior habrá unas 20 personas moviéndose de un lado a otro, en total silencio y de forma totalmente organizada. Una cocina totalmente blanca e impoluta. Sobre una pizarra en la entrada van marcando los platos que saldrán en el servicio y las cantidades de cada uno que deben preparar para salir en perfecto orden. Fué un placer charlar esos cinco minutos con Andoni y conocer como funcionaba la cocina, lastima que el tenía que seguir trabajando y nosotros comenzar a disfrutar. | ||||||||||||||||||||||||||||||
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Y pasamos a los postres, después de este disparatado menú, donde hemos jugado con la imaginación y la controversia, donde nada era lo que parecía, llega el momento dulce. Empezamos por Brioche helado de vainilla con agua de cebada. Una vez más nos encontramos con un nuevo juego. El plato se presenta como un helado puesto sobre un poco de mantequilla. Cuando lo pruebas nada tiene que ver con un brioche, pero sin embargo si que produce un recuerdo a ese dulce, muy probablemente provocado por la mantequilla del fondo del plato. Pasamos a Crema fría de limón con nabo encurtido en azúcar no dulce. La crema deliciosa, una tersura y un sabor que nunca había probado. Es como si fuera un helado pero con una suavidad increible al paladar y sin rastro de cristales, como si fuera una simple crema inglesa que estuviera muy, muy fría. Delicioso!. Terminamos los postres con un Cucurucho de flores y clavos en un macetero clavado sobre tierra se nos presentan unos cucuruchos transparenets elaborados con almidón y rellenos de una suave crema, con flores y clavos de chocolate. La tierra del macetero, realmente es chocolate en trocitos pequeños, simulando lo que sería la tierra del tiesto. Empezamos con un juego y terminamos con otro. | ||||||||||||||||||||||||||||||
Ir a Mugaritz no es ir solo a cenar, es ir a un espectáculo. Desde el momento que entras por la puerta del salón es como entrar en otro espacio donde todo está preparado para tí . La atención del servicio en todo momento pendientes de complacerte, la presentación del capitán del barco, lo que te da la tranquilidad de saber que estás en buenas manos y el desfile de los platos. Con los aperitivos consiguen que entres a formar parte del espectáculo, en el momento que se establece esa complicidad con el servicio de sala eres uno más, y disfrutas de todo lo que llega a la mesa. Desde mi punto de vista no experto, me resultó un menú complejo porque no siempre eres capaz de entender lo que hay detrás de cada plato, son platos tan sencillos por la carencia de girnaldas y excesivos elementos y a la vez tan complejos por los elementos utilizados y las técnicas que todo resulta impresionante. Desde luego, toda una experiencia que al menos una vez en la vida hay que vivir. | ||||||||||||||||||||||||||||||
Mugaritz Otzazulueta baserria. Aldura aldea 20. zk Errenteria 20100 Guipuzkoa www.mugaritz.com tel. 943 522 455 - 943 518 343 |
sábado, 30 de abril de 2011
Mugaritz
domingo, 17 de abril de 2011
Rodrigo de la Calle V
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Los primeros rayos de sol han llegado a Madrid, la primavera en todo su explendor hace surgir flores por todos los lados, las huertas empiezan a mostrarnos su mejor cara y sus mejores productos, los guisantes, espárragos verdes y blancos, puerros, calços y tantos vegetales que llenan nuestras despensas y alimentan nuestros estómagos. Que mejor sitio para envolver la primavera en un plato, para hacer que todos los sabores, olores se transmitan de forma que alteren todas nuestras sensaciones. Si alguien es capaz de llevar la huerta al plato y embellecerla más todavía, ese es Rodrigo. Si en algún lugar son capaces de tratar el producto con tanta delicadeza y cariño es en ese pequeño restaurante de Aranjuez. Encabezados por Rodrigo y perfectamente ejecutado por Victor y Estela hacen de este sitio un pequeño templo de la Gastrobotánica. Y por supuesto no nos olvidemos de Santiago, padre de todas las criaturas que sirven de base para la Gastrobotánica. Este fué el menú que tuvimos la suerte de disfrutar en esta ocasión. Comenzamos con el ya clásico aperitivo de las aceitunas encurtidas y la esferificación de aceituna, para continuar con la mantequilla de citricos, crujiente de batata y aceite arbequina | |||||||||||||||||||||
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Todo esto fué perfectamente acompañado de un cepas viejas 2006 de la bodega Dominio de Tares un vino de mencia muy agradable, como casi todo lo que últimamente están haciendo por león (en temas vinícolas). Pero lo mejor de todo, como siempre, el trato, el atento servicio de Cristina y del resto de personas que componen todo el equipo que trabaja en Rodrigo de la Calle. De nuevo felicitación a todas y cada una de las personas que conforman el equipo y hacen que para aquellas personas que nos gusta disfrutar de la comida, siempre sea un día especial ir a visitar Aranjuez. Esperemos que cuando reciban la primera estrella Michelín, solo sea un peldaño más de un futuro muy prometedor. | |||||||||||||||||||||
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